Por Luis Martínez Alcántara
El director técnico de las Chivas, Óscar García, fue suspendido por tres partidos luego de patear al jugador colombiano James Rodríguez durante el encuentro contra León en la cuarta jornada del Clausura 2025. El incidente ocurrió al minuto 27, cuando García fue expulsado tras una confrontación en la línea de banda.
La Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Fútbol anunció la sanción, que incluye una multa económica cuya cantidad no fue revelada. García infringió el artículo 25 inciso a) del Reglamento de Sanciones, que se refiere a conductas violentas. Además, se advirtió al Club Guadalajara sobre la conducta futura de su entrenador, indicando que reincidencias podrían conllevar sanciones más severas.
Algunos aficionados y analistas consideran que la sanción de tres partidos es insuficiente, argumentando que una agresión de este tipo amerita un castigo más severo. Calificaron la sanción como “tibia”, reflejando la percepción de que la Comisión Disciplinaria fue indulgente en su decisión.
Tras el incidente, Óscar García ofreció disculpas a través de sus redes sociales, reconociendo que las emociones del partido no justifican su reacción. Expresó su arrepentimiento tanto a la afición de Chivas como al equipo rival, comprometiéndose a trabajar con humildad y compromiso para enmendar su conducta.
Con esta sanción, García se perderá los partidos contra Querétaro el 1 de febrero, Tijuana el 9 de febrero y Toluca el 15 de febrero. Se espera su regreso al banquillo el 22 de febrero, cuando Chivas enfrente a Pachuca. Este episodio ha generado un debate sobre la adecuación de las sanciones en casos de conductas violentas por parte de entrenadores en la Liga MX.
