Por Monserrat Californias
Con un show cargado de energía cruda y actitud irreverente, Olivia Rodrigo conquistó la Ciudad de México la noche del 2 de abril en el Palacio de los Deportes. Aunque el concierto fue más corto de lo esperado, la intensidad y conexión con el público compensaron cada minuto.
La joven estrella del pop alternativo dejó claro que su estilo oscuro, rockero y visceral sigue marcando tendencia entre la nueva generación. Su presentación formó parte de la gira “Guts World Tour”, que ha sido aclamada en diferentes ciudades del mundo.
Desde el primer acorde, Olivia Rodrigo provocó una euforia total entre los asistentes. Temas como “Brutal”, “Vampire” y “Get Him Back!” encendieron al público, que coreó cada palabra con una mezcla de rabia y emoción.
La artista californiana no solo demostró su talento vocal, sino también su carisma en el escenario, conectando con fans mexicanos que no pararon de ovacionarla. Su estética gótica, con luces tenues en tonos morados y rojos, aportó un aire melancólico y rebelde que acompañó perfectamente su propuesta artística.
Rodrigo entregó un set sólido, con momentos íntimos al piano y otros de puro desenfreno punk-pop. Aunque algunos asistentes esperaban una lista de canciones más extensa, el consenso general fue de satisfacción total. La intensidad del espectáculo, los visuales y la entrega de la cantante hicieron de la noche una experiencia memorable para sus seguidores.
El estilo de Olivia Rodrigo ha evolucionado notablemente desde su debut con SOUR, y su segundo álbum GUTS demuestra una madurez artística que se reflejó también en su show. Lejos del pop tradicional, la cantante abraza ahora una estética más cruda, con letras que hablan de desamor, frustración y autoconocimiento.
Al cierre del espectáculo, Olivia Rodrigo agradeció en español con un “¡Gracias, México, los amo mucho!”, desatando aún más aplausos. Prometió regresar pronto y dejó en claro que su lugar en la escena musical no es pasajero. Su paso por la capital mexicana reafirma que es una de las voces más auténticas y resonantes de la música actual, con una identidad fuerte, un estilo rebelde y una conexión genuina con sus fans.
