LA MAGIA DEL 28 DE FEBRERO: ALINEACIÓN PLANETARIA

LA MAGIA DEL 28 DE FEBRERO: ALINEACIÓN PLANETARIA

Por Luis Martínez Alcántara

El 28 de febrero de 2025, el cielo nocturno ofrecerá un espectáculo astronómico excepcional: la alineación simultánea de siete planetas—Saturno, Mercurio, Neptuno, Venus, Urano, Júpiter y Marte—visibles desde la Tierra.

Este fenómeno, conocido como “desfile planetario”, es una oportunidad única para conectar con el cosmos y aprovechar la energía que emana de esta disposición celestial. La última vez que ocurrió una alineación similar fue hace más de una década, y la próxima no se repetirá hasta el 8 de septiembre de 2040.

Para observar este evento, se recomienda buscar un lugar oscuro y despejado, lejos de la contaminación lumínica, y mirar hacia el horizonte occidental justo después del atardecer. Venus será el planeta más brillante y fácil de identificar, mientras que Mercurio, debido a su proximidad al Sol, será más difícil de detectar. Urano y Neptuno requerirán el uso de binoculares o un telescopio para ser apreciados.

Más allá de la observación astronómica, muchas tradiciones espirituales consideran que las alineaciones planetarias influyen en la energía terrestre y en la conciencia humana. Este “portal energético” es visto como una oportunidad para la introspección, la meditación y la manifestación de intenciones. Se cree que durante estos eventos, la energía cósmica se intensifica, facilitando la conexión con el yo interior y el establecimiento de propósitos claros para el futuro.

Para aprovechar al máximo la energía de este portal, es recomendable dedicar tiempo a prácticas como la meditación, el yoga o la escritura reflexiva. Establecer intenciones claras, visualizar metas y liberar pensamientos negativos pueden ayudar a alinearse con la energía positiva del universo. Algunas personas también optan por realizar rituales simbólicos, como encender velas o utilizar cristales, para potenciar sus intenciones y reforzar su conexión espiritual.

Es importante recordar que, aunque estas prácticas pueden ofrecer beneficios emocionales y espirituales, no sustituyen el asesoramiento profesional en áreas como la salud mental o física. Cada individuo debe discernir qué actividades resuenan mejor con sus creencias y necesidades personales. La clave es utilizar este tiempo para el autoconocimiento y el crecimiento personal, aprovechando la energía disponible de manera constructiva.

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