Por Redacción
Washington, 18 de diciembre de 2025. – El gobierno de Estados Unidos celebró este miércoles la decisión de México de imponer aranceles más altos a más de 1.400 productos importados de países asiáticos sin tratado comercial (principalmente China), calificándola como un “factor positivo” y una “señal concreta de alineación” de cara a la revisión conjunta del T-MEC prevista para julio de 2026.
El representante comercial estadounidense (USTR), Jamieson Greer, destacó en su informe anual ante el Congreso que esta medida mexicana responde a una preocupación clave de Washington: el uso del territorio nacional como plataforma para evadir aranceles y reglas de origen por parte de economías no de mercado, especialmente China. “Representa un primer paso hacia la alineación estructural en temas de seguridad económica”, enfatizó Greer, uno de los ejes que EE.UU. busca fortalecer en la renegociación del acuerdo.
Además, Peter Navarro, asesor senior de Donald Trump, festejó públicamente la reforma en redes sociales, describiéndola como “un hito importante en la revolución comercial” impulsada por la administración estadounidense, al proteger industrias regionales y limitar el acceso de productos asiáticos al mercado norteamericano vía México.
Contexto de la medida mexicana
El Congreso de México aprobó recientemente elevar aranceles de entre 5% y 50% a sectores como textiles, acero, automóviles, autopartes, electrodomésticos y plásticos, con entrada en vigor el 1 de enero de 2026. El gobierno de Claudia Sheinbaum defiende la reforma como una acción para corregir distorsiones comerciales, proteger empleo nacional y fortalecer industrias estratégicas, sin dirigirse contra ningún país en particular.
China, el más afectado (representa cerca del 20% de las importaciones mexicanas), protestó formalmente y pidió revertir la medida por considerarla unilateral y proteccionista.
Analistas ven en estos aranceles un gesto de México para facilitar negociaciones con EE.UU., en un momento de presiones proteccionistas de Trump y preparación para la revisión del T-MEC, que Washington ha advertido no será automática sino condicionada a cambios profundos. Esta alineación podría ayudar a mitigar riesgos de nuevos aranceles estadounidenses sobre productos mexicanos.
