Por Luis Martínez Alcántara
El invierno se despide y México se prepara para una ola de calor que afectará a gran parte del país en los próximos días. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se anticipan temperaturas que oscilarán entre 35°C y 40°C en diversas regiones, marcando un inicio temprano de condiciones veraniegas. Este cambio climático se debe a la influencia de una circulación anticiclónica que reducirá las lluvias y aumentará las temperaturas.
Los estados que experimentarán las temperaturas más elevadas incluyen Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Morelos, Oaxaca y Chiapas, donde se esperan máximas de 35°C a 40°C.
Además, entidades como Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Zacatecas, Durango, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Puebla, Estado de México, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán registrarán temperaturas entre 30°C y 35°C.
En la región del Valle de México, que abarca la Ciudad de México y el Estado de México, se pronostican temperaturas máximas de 23°C a 25°C, con mínimas que podrían descender hasta 11°C. Aunque las mañanas y noches serán frescas, durante el día se sentirá un ambiente cálido, por lo que se recomienda a la población tomar precauciones para evitar golpes de calor y mantenerse hidratada.
Este aumento de temperaturas se atribuye a la presencia de una circulación anticiclónica que inhibe la formación de nubes y reduce las precipitaciones, generando un ambiente más seco y caluroso. El SMN advierte que estas condiciones podrían prevalecer durante las próximas semanas, por lo que es fundamental que la población esté informada y tome medidas preventivas.
Ante este panorama, las autoridades recomiendan evitar la exposición prolongada al sol, especialmente entre las 11:00 y las 16:00 horas, utilizar ropa ligera y de colores claros, aplicar protector solar y consumir abundante agua para mantenerse hidratado. Además, es importante prestar atención a los grupos más vulnerables, como niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, quienes son más susceptibles a los efectos del calor extremo.