47 AÑOS DE ORGULLO LGBT+, PERO SIN TRABAJO PARA MUCHXS

47 AÑOS DE ORGULLO LGBT+, PERO SIN TRABAJO PARA MUCHXS

Por Monserrat Californias

Este 25 de junio se cumplen 47 años desde la adopción de la Bandera del Orgullo LGBTQ+, símbolo universal de diversidad, amor y resistencia. Aunque la visibilidad avanza, las personas LGBT+ en México siguen enfrentando discriminación laboral persistente. 

A pesar de décadas de lucha, los prejuicios sociales y la falta de políticas inclusivas continúan generando entornos laborales inseguros o excluyentes. El aniversario de la “Pride Flag” es también un llamado urgente a la igualdad.

Según datos de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, la violencia laboral afecta de forma desproporcionada a quienes tienen orientación sexual no normativa o identidad de género disidente. Estos trabajadores experimentan mayores dificultades de acceso al empleo, así como tratos desiguales una vez contratados. A pesar de algunos avances legales, los estigmas siguen vigentes en muchos centros laborales. El prejuicio aún limita oportunidades profesionales.

El Inegi estima que en México hay 5 millones de personas que se identifican como LGBT+, de las cuales el 61 % tiene empleo. Sin embargo, alrededor de 100 000 siguen buscando trabajo, lo que refleja una brecha importante en la inserción laboral. Esta cifra pone de relieve las barreras que persisten en el proceso de contratación y permanencia. Ser abiertamente LGBT+ sigue siendo un factor de exclusión en muchos sectores económicos.

De acuerdo con los datos disponibles, 2 de cada 10 personas con orientación sexual no normativa han sido víctimas de violencia laboral. Esta categoría abarca desde burlas, acoso y aislamiento, hasta despidos injustificados. El problema se agrava en contextos donde no existen protocolos de inclusión o canales de denuncia efectivos. La normalización del maltrato silencia muchas historias y perpetúa la impunidad.

La situación es aún más crítica para las mujeres transexuales, pues 4 de cada 10 reportan haber sufrido violencia laboral. Esta cifra refleja una doble marginación por identidad de género y expresión corporal. En un país que presume pluralidad, los entornos laborales siguen siendo hostiles para miles.

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