Por Monserrat Californias
El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, implementó un nuevo programa que ofrece un pago de $1,000 dólares a inmigrantes indocumentados que decidan autodeportarse voluntariamente.
Esta iniciativa, gestionada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), busca reducir los costos asociados a las deportaciones forzadas, que ascienden a aproximadamente $17,000 por persona. A través de la aplicación móvil CBP Home, los migrantes pueden registrarse para participar en el programa, que también proporciona asistencia en los gastos de viaje.
CBP Home, que reemplaza a la anterior aplicación CBP One, permite a los usuarios notificar su intención de salir del país de manera voluntaria. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, afirmó que esta opción representa una forma más segura y económica de abandonar Estados Unidos sin enfrentar arrestos.
Además, quienes se autodeporten mediante esta herramienta serán clasificados como de “baja prioridad” para detención y expulsión por parte de las autoridades migratorias.
El presidente Trump declaró que los inmigrantes que opten por esta vía podrían conservar la posibilidad de regresar legalmente al país en el futuro, aunque no se han detallado mecanismos específicos para ello. Esta medida forma parte de una estrategia más amplia para endurecer las políticas migratorias y reducir la presencia de migrantes sin documentos en Estados Unidos.
Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han expresado su preocupación por las posibles consecuencias legales y humanitarias de este programa. Expertos advierten que abandonar el país podría considerarse como renunciar a protecciones legales, como el asilo o apelaciones pendientes, y dejar un proceso judicial migratorio sin concluir puede derivar en órdenes de deportación automáticas.
